La Belleza de nuestros himnos

Salvo en los tiernos Brazos
Fanny Crosby

Salvo en los tiernos brazos

De mi Jesús seré,

Y en su amoroso pecho

Dulce reposaré

Este es sin duda el eco

De celestial canción,

Que de inefable gozo

Llena mi corazón.

CORO:

Salvo en los tiernos brazos

De mi Jesús seré,

y en su amoroso pecho

Dulce reposaré.

Tiende Jesús los brazos,

Bríndame su amistad

A su poder me acojo,

No hay para mí ansiedad.

No temeré, si ruge

Hórrida tentación,

Ni causará el pecado

Daño en mi corazón.

Y cruzaré la noche

Lóbrega sin temor,

Hasta que venga el día

De perennal fulgor.

¡ Cuán placentero entonces

Con mi Jesús morar,

Y en la mansión de gloria

Siempre con El reinar!

¡Qué dulce es cantar himnos como éste! Lo más curioso de este precioso himno es que la autora era ciega. Pocas semanas después de que Fanny Crosby naciese, comenzó a tener problemas con su vista. El doctor con el que tuvo una consulta le recetó una gotas que la dejaron ciega. Su padre murió al poco de cumplir un año. Fanny Crosby fue salva y era activa en su iglesia aún cuando era muy pequeña. Lo más interesante sobre la vida de Fanny Crosby es que escribió 8,000 himnos. Muchos de los himnos que cantamos hoy fueron escritos por ella como “Lejos de mi Padre, Dios”; “ Cuán tiernamente Jesús hoy nos llama”; “ A Dios sea la Gloria” y muchos más. Los himnos de Fanny Crosby hablan de su deseo de ver a Jesús y de vivir una vida cerca de nuestro Salvador. ¡Qué gran deseo es el de querer tener una relación cercana con Dios! En este himno, “Salvo en los tiernos brazos”, vemos como tener una vida cerca de Jesús nos llena de amor, nos da vigor en tiempos de ansiedad, y nos da confianza en tiempo de incertidumbre. Te animo a que los himnos no se conviertan en una rutina, sino que cada himno sea entonado con nuestro corazón, observando con diligencia las bellas palabras que se encuentran en cada uno de los himnos.