4:1 Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia.
Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar;
Ten misericordia de mí, y oye mi oración.
4:2 Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia,
Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira? Selah
4:3 Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí;
Jehová oirá cuando yo a él clamare.
4:4 Temblad, y no pequéis;
Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad. Selah
4:5 Ofreced sacrificios de justicia,
Y confiad en Jehová.
4:6 Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?
Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.
4:7 Tú diste alegría a mi corazón
Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.
4:8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
Hay muchos a quienes podemos clamar cuando estamos en angustia, pero sólo hay uno que puede ayudarnos cuando nadie más puede. Es el Señor Jehová que ‘oirá cuando yo a él clamaré’. Pero encontramos una cláusula en versículo 3, ¿no? Esta promesa es para los piadosos. Es para los que están bien con Dios. Dios nos ha dado muchas instrucciones en la Biblia—todo para nuestro bien—y Él espera que seamos obedientes (obediencia es la manera en que mostramos nuestro amor por Él-‘El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama;’ Juan 14:21). También vemos en Salmos 66:18, ‘Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado’.
‘¿Quién nos mostrará el bien?’-vs. 6—‘Solo tú, Jehová, me haces vivir confiado’-vs. 8. ¡Sólo en Él hay paz, sólo en Él hay confianza, sólo en Él hay descanso, y sólo en Él hay esperanza!
¡Hasta Pronto!
3 sept 2008
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