Isaías 51:1 Oídme, los que seguís la justicia, los que buscáis a Jehová. Mirad a la piedra de donde fuisteis cortados, y al hueco de la cantera de donde fuisteis arrancados.
Buscar a Dios es algo bueno. Seguir la justicia es una cosa buena. Pero mientras hacemos estas cosas, Dios nos recuerda algo muy importante—no debemos olvidar de donde hemos venido, la piedra de donde fuimos cortados ni el hueco de la cantera de donde fuimos arrancados. Es el mismo concepto que Dios está enseñando en el Nuevo Testamento también. Antes de clamar a Dios, tenemos que reconocer que somos pecadores. No merezco el cielo. No merezco la gracia y misericordia de Dios. Soy un pecador y ‘el pago del pecado es muerte’-Romanos 6:23. Pero Dios, en su misericordia, me ama aunque soy un pecador, ‘Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.’-Romanos 5:6-8
Ahora, soy un pecador que ha sido salvado porque un día, hace muchos años, puse mi fe completamente en Jesucristo, ‘y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.’-Hechos 16:30-31. No hay nada que pueda hacer, ni tenga que hacer, para ir al cielo porque Cristo lo hizo todo hace 2000 años en la cruz del calvario.
Ahora, mientras busco a Dios y sigo la justicia, que son deberes de cada cristiano, recuerdo de donde he venido y miro adelante a lo que puedo hacer por Dios.
¡ Qué Dios te bendiga!
Buscar a Dios es algo bueno. Seguir la justicia es una cosa buena. Pero mientras hacemos estas cosas, Dios nos recuerda algo muy importante—no debemos olvidar de donde hemos venido, la piedra de donde fuimos cortados ni el hueco de la cantera de donde fuimos arrancados. Es el mismo concepto que Dios está enseñando en el Nuevo Testamento también. Antes de clamar a Dios, tenemos que reconocer que somos pecadores. No merezco el cielo. No merezco la gracia y misericordia de Dios. Soy un pecador y ‘el pago del pecado es muerte’-Romanos 6:23. Pero Dios, en su misericordia, me ama aunque soy un pecador, ‘Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.’-Romanos 5:6-8
Ahora, soy un pecador que ha sido salvado porque un día, hace muchos años, puse mi fe completamente en Jesucristo, ‘y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.’-Hechos 16:30-31. No hay nada que pueda hacer, ni tenga que hacer, para ir al cielo porque Cristo lo hizo todo hace 2000 años en la cruz del calvario.
Ahora, mientras busco a Dios y sigo la justicia, que son deberes de cada cristiano, recuerdo de donde he venido y miro adelante a lo que puedo hacer por Dios.
¡ Qué Dios te bendiga!
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