1 PEDRO
Esperanza en Tiempos de Aflicción
1 Pedro 1:13-21 COMO MANTENERSE LIMPIO EN UNA SOCIEDAD CORRUPTA
Esperanza en Tiempos de Aflicción
1 Pedro 1:13-21 COMO MANTENERSE LIMPIO EN UNA SOCIEDAD CORRUPTA
Introducción:
Se ha preguntado una vez ¿cómo puede uno mantenerse limpio en una sociedad corrupta? Algunos piensan que tenemos que aislarnos del mundo como en los monasterios y los ermitaños, pero la Biblia ofrece una táctica diferente:
Php 2:15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
Tenemos que ESTAR en el mundo para ser luces en el mundo.
También tenemos la oración de Jesucristo en Juan 17:14-15
‘o les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.’
Un Breve Análisis de Nuestro Mundo
No estamos hablando del planeta, sino de su filosofía.
Juan describe esta filosofía en 1 Juan 2:15-17
‘No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.’
Para poder evitar las cuerdas del mundo debemos tener la capacidad de verlas y luego comprender a dónde conducen.
Su filosofía
El mundo está diseñado para atraernos con su seductor traje recubierto de las lentejuelas de la fama, fortuna, poder y placer. Mucho en este sistema del mundo es religioso, culto, refinado e intelectual; pero es anti-Dios y anti-Cristo.
Su motivación
¿Quién es el padre del mundo? Él es el príncipe de la potestad del aire; y en Mateo 4 pudo ofrecer mucho al Señor porque ahora mismo él es el rey del mundo según la permisión de Dios.
Un Fuerte Reto a Ser Diferentes
Esta atracción que existe en el mundo es tan fuerte y tan sutil como la fuerza de la gravedad. Tan cierto como que es invisible, a la vez es irresistible, implacable, jamás ausente y mucho menos, pasiva.
Debemos vivir nuestras vidas en santidad—vv13-16
Parece estar diciendo que este no es tiempo para echarse atrás. En medio de la tentación mundanal es fácil perder de vista esa esperanza; es fácil dejar que el mundo nos intoxique y nuble nuestra mente. Pero tenemos que resistir con fuerza ese poder que intenta influirnos. (Romanos 12:1-2)
Tal como los niños heredan la naturaleza de sus padres, así nosotros, como hijos de Dios, hemos heredado su naturaleza. Es más, Él nos ha llamado a seguir sus pisadas; su orden es que seamos santos.
‘Santo’ literalmente significa ‘ser apartado’ de una manera especial y exclusiva como en el estado del matrimonio o en la Santa Cena.
Debemos conducir nuestro andar en temor—vs17
Pedro dice que el hecho de tener a Dios como nuestro Padre no sólo debe afectar nuestra naturaleza sino también nuestra actitud. El punto es que si vamos a llamar a Dios nuestro Padre, entonces debemos conducirnos en esta tierra de tal forma que nuestra conducta refleje nuestra reverencia por Él como nuestro Padre.
Casi entre paréntesis Pedro menciona el hecho de que Dios es quien imparcialmente juzga nuestra obra. Alude aquí al momento en que compareceremos ante Él en el juicio, en donde todos daremos cuenta de nuestras vida (Romanos 14:12, 2 Cor 5:10). Los detalles de ese juicio se ofrecen en 1 Cor 3:11-15. Aunque no podemos perder nuestra salvación en ese juicio, sí podemos perder nuestra recompensa.
Debemos enfocar nuestra mente en Cristo—vv18-21
¿Cómo podemos vivir en el mundo sin ser atrapado por el mundo? La solución a este problema esta directamente relacionada con nuestra mente.
Los versículos 18-20 nos dicen lo que Él ha hecho por nosotros y versículo 21 nos dice lo que Él nos ha dado.
Lo primero que Cristo hizo por nosotros fue librarnos de la esclavitud de esa ‘vana manera de vivir’. La única formula para ser emancipados de esa esclavitud fue que alguien nos redimiera. Alguien debía pagar el rescate y ese precio fue pagado por Cristo, ‘no con oro o plata, sino con su sangre preciosa’.
La segunda cosa que Cristo hizo por nosotros fue acercarse y darse a conocer. Versículo 20 dice, ‘por amor a vosotros’, eso hace todo esto personal. Cristo voluntariamente dejó su posición de privilegio en el cielo para venir y pagar el rescate por nosotros (Fil. 2:5-8).
¿Qué es lo que dio? El Hijo de Dios se dio a sí mismo, como dádiva. Eso no sólo nos permitió quedar libres sino también estar seguros, y que nuestra fe y esperanza no descansará en nuestros propios hombros, sino en los de nuestro Dios.
Si quieres mantenerse limpio, necesitas recordar por lo menos 4 cosas específicas:
preste mucha atención a lo que selecciona para mirar (v13, Col. 3:1-2)
piense más en las consecuencias del pecado que en sus placeres (v14, Prov. 7)
empiece cada día renovando su sentido de reverencia a Dios (v17, 2 Cor 7:1)
periódicamente durante el día enfóquese plenamente en Cristo. (v18-21, Heb 12:2)
Conclusión: Es posible mantenerse limpio en el mundo, pero no es fácil. No pasará por casualidad, tenemos que tomar esa decisión cada día y apoyarnos en Dios.
Se ha preguntado una vez ¿cómo puede uno mantenerse limpio en una sociedad corrupta? Algunos piensan que tenemos que aislarnos del mundo como en los monasterios y los ermitaños, pero la Biblia ofrece una táctica diferente:
Php 2:15 para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
Tenemos que ESTAR en el mundo para ser luces en el mundo.
También tenemos la oración de Jesucristo en Juan 17:14-15
‘o les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.’
Un Breve Análisis de Nuestro Mundo
No estamos hablando del planeta, sino de su filosofía.
Juan describe esta filosofía en 1 Juan 2:15-17
‘No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.’
Para poder evitar las cuerdas del mundo debemos tener la capacidad de verlas y luego comprender a dónde conducen.
Su filosofía
El mundo está diseñado para atraernos con su seductor traje recubierto de las lentejuelas de la fama, fortuna, poder y placer. Mucho en este sistema del mundo es religioso, culto, refinado e intelectual; pero es anti-Dios y anti-Cristo.
Su motivación
¿Quién es el padre del mundo? Él es el príncipe de la potestad del aire; y en Mateo 4 pudo ofrecer mucho al Señor porque ahora mismo él es el rey del mundo según la permisión de Dios.
Un Fuerte Reto a Ser Diferentes
Esta atracción que existe en el mundo es tan fuerte y tan sutil como la fuerza de la gravedad. Tan cierto como que es invisible, a la vez es irresistible, implacable, jamás ausente y mucho menos, pasiva.
Debemos vivir nuestras vidas en santidad—vv13-16
Parece estar diciendo que este no es tiempo para echarse atrás. En medio de la tentación mundanal es fácil perder de vista esa esperanza; es fácil dejar que el mundo nos intoxique y nuble nuestra mente. Pero tenemos que resistir con fuerza ese poder que intenta influirnos. (Romanos 12:1-2)
Tal como los niños heredan la naturaleza de sus padres, así nosotros, como hijos de Dios, hemos heredado su naturaleza. Es más, Él nos ha llamado a seguir sus pisadas; su orden es que seamos santos.
‘Santo’ literalmente significa ‘ser apartado’ de una manera especial y exclusiva como en el estado del matrimonio o en la Santa Cena.
Debemos conducir nuestro andar en temor—vs17
Pedro dice que el hecho de tener a Dios como nuestro Padre no sólo debe afectar nuestra naturaleza sino también nuestra actitud. El punto es que si vamos a llamar a Dios nuestro Padre, entonces debemos conducirnos en esta tierra de tal forma que nuestra conducta refleje nuestra reverencia por Él como nuestro Padre.
Casi entre paréntesis Pedro menciona el hecho de que Dios es quien imparcialmente juzga nuestra obra. Alude aquí al momento en que compareceremos ante Él en el juicio, en donde todos daremos cuenta de nuestras vida (Romanos 14:12, 2 Cor 5:10). Los detalles de ese juicio se ofrecen en 1 Cor 3:11-15. Aunque no podemos perder nuestra salvación en ese juicio, sí podemos perder nuestra recompensa.
Debemos enfocar nuestra mente en Cristo—vv18-21
¿Cómo podemos vivir en el mundo sin ser atrapado por el mundo? La solución a este problema esta directamente relacionada con nuestra mente.
Los versículos 18-20 nos dicen lo que Él ha hecho por nosotros y versículo 21 nos dice lo que Él nos ha dado.
Lo primero que Cristo hizo por nosotros fue librarnos de la esclavitud de esa ‘vana manera de vivir’. La única formula para ser emancipados de esa esclavitud fue que alguien nos redimiera. Alguien debía pagar el rescate y ese precio fue pagado por Cristo, ‘no con oro o plata, sino con su sangre preciosa’.
La segunda cosa que Cristo hizo por nosotros fue acercarse y darse a conocer. Versículo 20 dice, ‘por amor a vosotros’, eso hace todo esto personal. Cristo voluntariamente dejó su posición de privilegio en el cielo para venir y pagar el rescate por nosotros (Fil. 2:5-8).
¿Qué es lo que dio? El Hijo de Dios se dio a sí mismo, como dádiva. Eso no sólo nos permitió quedar libres sino también estar seguros, y que nuestra fe y esperanza no descansará en nuestros propios hombros, sino en los de nuestro Dios.
Si quieres mantenerse limpio, necesitas recordar por lo menos 4 cosas específicas:
preste mucha atención a lo que selecciona para mirar (v13, Col. 3:1-2)
piense más en las consecuencias del pecado que en sus placeres (v14, Prov. 7)
empiece cada día renovando su sentido de reverencia a Dios (v17, 2 Cor 7:1)
periódicamente durante el día enfóquese plenamente en Cristo. (v18-21, Heb 12:2)
Conclusión: Es posible mantenerse limpio en el mundo, pero no es fácil. No pasará por casualidad, tenemos que tomar esa decisión cada día y apoyarnos en Dios.
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